Como seres humanos que somos con problemas y situaciones particulares dignas de comprensión y tolerancia, se hace necesaria la concertación de las normas para garantizar el bienestar de la comunidad educativa; evitando la permisividad nociva que genere situaciones conflictivas.

La institución no tiene ningún tipo de discriminación ni preferencias; los acuerdos, sanciones y estímulos serán aplicados en igualdad de condiciones a cada uno de los miembros de la comunidad educativa.

En todas las acciones de programación, ejecución y evaluación de actividades, normas, procesos y demás situaciones de la institución, estudiantes y padres de familia, así como los demás miembros de la comunidad educativa, quienes son protagonistas y libres de aportar todas sus ideas en beneficio de la misma y de sus propios derechos.